Rodamos todo el día por innumerables toboganes, acabando la jornada a la misma altitud de la mañana, pero los altímetros registran una subida de más de 1000 mts. de desnivel.
La presencia militar es impresionante. Controles y mas controles. Nos adelantan tanquetas y pasamos bajo la atenta mirada de militares turcos que estan apostados en cada esquina, en cada pueblo, en cada colina. Viven encerrados en su propia carcel ajenos completamente a la vida de los pueblos, donde sus habitantes hacen la vida que se les deja hacer y donde esperan tiempos mejores...
Hay muchas cosas que nos recuerdan a Mongolia: los pueblos rodeados de verde y perdidos en la nada, las casas, las tapias, los "WC"...
Aunque sean filosofias de viaje similares nos separan unos cuantos caballos de potencia
No hay valor para enfrentarse al equipo local
Como en tiempos de nuestras amonas la colada se hace en los rios...
unos rios que desgraciadamente tambien hacen de vertederos...
Biciviajer@s que han recorrido estas tierras coinciden en señalar el mal estado del firme. La falta de mantenimiento, el paso continuo de quitanieves… el caso es que hay tramos con tanto bache, en los que como suele decir Biciclown, se te aflojan hasta los empastes de tanto botar.
Tipica terraza kurda: mesas bajas, taburetes enanos y testosterona
Segun nos acercamos al lago Van vamos cogiendo altura y con ella entra en escena la nieve y el frio. El clima es increiblemente cambiante, puede llover, nevar o despejarse en media hora.
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